El Día de San Valentín celebra no sólo el amor romántico, también el de amistad e incluso el amor hacia uno mismo por lo que, se tenga pareja o no, hay que aprovechar este día para celebrar y exaltar uno de los sentimientos que más nos define como seres humanos: el amor.
Festejos tradicionales
Aunque ir al cine y tener una cena romántica puede sonar a típico cliché, es una buena idea especialmente si la pareja apenas se está conociendo. Una variante a salir a cenar es el que uno de los dos cocine para el otro y se tenga una velada más romántica e íntima en casa (en nuestra sección de Comida Afrodisíaca tenés algunas ideas!).
Salir de paseo a algún parque a medio día y después ir a comer en alguna terraza es la opción para disfrutar el día soleado, después de lo cual se puede optar por alguna actividad artística como ir a una galería, asistir a un concierto o elegir una obra de teatro.
Ideas diferentes
Algunas actividades también entretenidas, ideales para parejas que ya llevan tiempo juntas, son: asistir a un juego de paintball (lo romántico aquí es estar en el mismo equipo), planear un vuelo en globo aerostático o darse una escapada de fin de semana a alguna cabaña en las afueras de la ciudad o algún hotel que incluya adornos y actividades especiales para ese día.
La opción atrevida sería platicar en pareja alguna fantasía que deseen realizar juntos y darse a la tarea de recrearla. Puede involucrar el disfrazarse, juegos de rol, probar nuevas cosas o jugar juegos de mesa para adultos que pueden resultar divertidos.
Para los solteros
Aunque no se tenga pareja hay que celebrar en grande. Se pueden reunir amigas y amigos solteros y hacer una fiesta temática; puede ser una especie de burla a la festividad (como se puede ver en la película de “Valentine’s Day” del director Garry Marshall) o, en el otro extremo, una reunión para decretar el amor romántico que se quiere manifestar (para lo cual se recomienda ampliamente leer el libro de Arielle Ford “The Soulmate Secret”).
Una alternativa aquí es pasar el día solo, pero no con tristeza o resentimiento, sino como una declaración de amor propio y de ofrecernos exactamente lo que necesitamos durante este día: puede ser preparar una comida especial, comprar un postre que nos fascine, ver películas románticas o de comedia, escribirnos una carta de amor (pues a final de cuentas la relación con nosotros mismos es la más importante de todas) o consentirnos de alguna manera y regalarnos algo especial como un día en el spa, flores hermosas o una prenda roja.