En ocasiones las parejas suelen tener miedo al compromiso, pensando que el compromiso se refiere a una unión de por vida, cuando en realidad se refiere a buscar pequeños acuerdos que ayudan a que la pareja pueda continuar a lo largo del tiempo con amor y equilibrio.
Existen ocasiones que uno de los miembros de la pareja da por sentado que la otra persona estará de acuerdo a tener los mismos objetivos, sin preguntar nada, y al darse cuenta que no es así empiezan a aparecer los problemas.
Muchas personas disfrutan estando en pareja pero tienen el temor de comprometerse a algo, en estos casos es necesario que la pareja sepa donde está parada y cuáles son los temores de su compañero o compañera.
Las personas que explícitamente muestran miedo al compromiso suelen permanecer solteras o tiene relaciones que son esporádicas, superficiales. Esto está perfectamente bien, salvo que la persona sienta cierto grado de frustración por querer estar con alguien y sentir que algo internamente se lo impide. Lo fundamental en estos casos, y en todos los aspectos de una pareja, es que exista un buen diálogo, una buena comunicación.
Cuando no se trata el miedo desde la raíz, conociendo el origen y trabajando sobre él, puede pasar que se tengan relaciones estables pero que no se disfruten, que se vivan con miedo, lo que a mediano o largo plazo provocarán una crisis. El miedo al fracaso saldrá a luz mediante evidencias inesperadas.
Es normal que las personas que temen a comprometerse gasten muchas energías y sus recursos psicológicos a la autoprotección, intentando evitar el daño de algo que no pueden superar.
Las personas que se escudan en una autoprotección por temor al compromiso parecen ser de afuera muy duras emocionalmente, y pueden llegar a demostrar una gran tendencia hacia el aburrimiento, evitando la rutina con conductas erráticas.
Lamentablemente en muchos casos se terminan conformando con la soledad, prefiriendo siempre realizar actividades solitarias, y evitando confrontar el miedo.
Pero no es necesario ser soltero para ser independiente: una persona puede ser independiente aún estando en pareja. Los expertos consideran hasta positivo que los miembros de la pareja sigan manteniendo actividades independientes, sin que esto implique que deje amar a la persona que tiene a su lado, tampoco implica que deberá dejar de respetarla.
Para que una pareja funcione debe existir, ante todo, el respeto y una buena comunicación. Si sientes que tienes problemas con tu pareja, problemas que no se vinculan con el desamor, quizás deban pedir ayuda a un profesional, las terapias de pareja son realmente efectivas y muchas veces ayudan a seguir adelante.
