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Errores que se cometen al medicar a los niños

Errores que se cometen al medicar a los niños

JarabeSi sos como la mayoría de los padres seguramente, más de una vez, cuando uno de tus hijos sufre un repentino resfrío, dolor de estomago o cualquier otra enfermedad que no revista gravedad, buscás en el botiquín algún remedio de venta libre para dárselo. En estos casos es muy raro consultar con un profesional médico, ya sea por falta de tiempo, de dinero o porque la experiencia te enseña que hacer en estos casos. Sin embargo, no es tan simple como parece, para medicar a un niño se debe estar muy bien informado sobre el producto más adecuado y sobre la dosis apropiada.

Para evitar algunos errores que se cometen frecuentemente, creyendo que estos medicamentos son inofensivos, debes seguir las siguientes recomendaciones:

Utilizar siempre la dosis exacta para cada remedio. Es muy común utilizar una cuchara o cucharita de la cocina cuando se tiene que administrar un jarabe a un niño. Esto puede tener dos tipos de consecuencias, que se le este dando al niño una dosis muy alta, lo que puede ser peligroso para su salud; o, que se le de una dosis demasiado baja, tanto que no le haga ningún efecto en el problema de salud que se quiere solucionar.

Leer las instrucciones del remedio. Por el apuro, o porque se cree que ya se sabe usarlo, algunas veces no volvemos a leer la instrucciones del remedio. Cosas como “agitese antes de usar”, o “administrar cada 8 horas”, son instrucciones que deben seguirse al pie de la letra. Si no se las siguen no se estará haciendo un correcto uso del remedio, pudiendo ser, como en el anterior caso, inútil o peligrosa su administración.

No darle un medicamento si no es necesario. La mayoría de las molestias que sufren los niños, como dolor de garganta, tos, etc. se curan sin tener que recurrir a remedios químicos. Lo mejor es tratar de aliviar el síntoma que más molesta al niño, antes de combatir en su totalidad a los síntomas de por ejemplo un resfrío, que pasará dentro de pocos días. Así se evitará problemas de sobredosis o de que, si se tiene un resfriado más fuerte, los remedios ya no hagan el efecto deseado.

No suministrar medicinas que contengan aspirina. Por ningún motivo se debe dar remedios que contengan aspirina a un niño, esto podría causarles problemas en el hígado, en el cerebro o en los riñones. Tampoco se debe recurrir a medicinas que tengan salicilatos (compuestos parecidos a la aspirina), porque generan gastritis.

No usar medicinas para adultos. Por más que parezca ser el mismo remedio o la misma fórmula, por ningun motivo usar productos que no son para la edad del niño.

 

Imagen principal: kaboompics.com

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