Elegir productos saludables y benéficos no sólo tiene un impacto favorable en nuestro cuerpo, también lo tiene en la naturaleza pues ambos aspectos van de la mano. De la misma forma, aquellos productos procesados que generan enfermedades en nuestro organismo, por lo general tienen un impacto negativo en el medio ambiente a través de procesos de contaminación y mal uso de los recursos.
Aquí te presentamos 7 opciones para asegurar un bienestar físico (que incluye más energía y mejor humor) y medioambiental (como ecosistemas saludables y en armonía):
- Comprar comida local: Esto evita que una fruta o un vegetal sea traído desde el otro lado del mundo generando contaminación y perdiendo nutrientes en el proceso. Además, elegir productos locales brinda el apoyo que tanto necesitan los productores nacionales.
- Cultivar tus alimentos: Esto no sólo te ahorrará dinero, también ayudará a que tengas aire más limpio en tu casa (además de ofrecerte la satisfacción implícita de producir tus propios alimentos).
- Reducir tu consumo de carne: Diversas enfermedades se encuentran asociadas al consumo de carne por lo que destinar un día a evitarla (como lo sugiere el movimiento “Lunes sin Carne”) beneficiará tu salud y la del planeta pues la producción de carne requiere el uso de muchos recursos naturales (principalmente agua).
- Comprar productos orgánicos: Alimentos con más nutrientes, sin hormonas, pesticidas o químicos que son tóxicos, es algo para considerarse pues no sólo protegen tu organismo sino el equilibrio de los ecosistemas. Y, en el caso de productos animales, es importante elegir aquellos que fueron alimentados con pastos y no con granos.
- Comer granos enteros: Las harinas refinadas requieren un procesamiento largo que afecta la cantidad de nutrientes y a la naturaleza. En comparación, los granos enteros brindan energía, mantienen los niveles de azúcar estables y no impactan el ambiente.
- Cocinar sólo lo que se va a comer y reusar las sobras: El desperdicio de comida es una problemática global importante. Comprar con conciencia y aprovechar las sobras de comida al final de la semana ayudan a que este gran desperdicio se evite beneficiando no sólo al ambiente, sino a la economía de cada familia.
- Hacer composta: Separar la basura orgánica de la inorgánica ya es un paso importante en la conciencia ecológica, pero se puede ir un paso más allá al utilizar esa basura orgánica para producir composta. Esto evita que se acumule basura, mejora la riqueza del suelo y favorece el crecimiento de plantas útiles y bellas.
Fuente: Integrative Nutrition
Imagen: Pixabay